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Sicarios viajaban a bordo de su vehículo y no lo sabía
El crimen ocurrió ayer por la tarde en el fraccionamiento Roma
Adrián Macías
21 de noviembre del 2023, 06:58
Ciudad Juárez.- Sicarios viajaban en el mismo auto de la víctima, pero al momento en que todos se bajaron abrieron fuego en su contra y huyeron, en hechos suscitados la tarde de ayer.
Fueron testigos quienes indicaron que las tres personas iban dentro de un Ford Mustang, propiedad del fallecido y al llegar al cruce de las calles Nogales y Santiago Troncoso del fraccionamiento Roma le dispararon en cuando menos 10 ocasiones, pues elementos de Servicios Periciales levantaron esa cantidad de casquillos percutidos calibre 9 mm.
A un costado del automóvil quedó el cuerpo del hombre y junto a él hallaron una cartera que contenía una credencial a nombre de Edgar Sebastián Flores Serna de aproximadamente 30 años de edad.
Su cuerpo fue enviado al Servicio Médico Forense (Semefo) para la necropsia correspondiente, en tanto se espera que su familia acuda a reclamarlo para que sea entregado este mismo martes y se proceda a sepultarlo.
Hasta este día sus asesinos no han sido ubicados, pero con base en el testimonio de las personas se espera poder ubicarlos pronto.
Muere Eduardo Manzano, 'El Polivoz', a los 87 años
05 de diciembre del 2025, 07:34
Ciudad de México.- La comunidad artística despidió hoy a Eduardo Manzano, célebre comediante conocido como El Polivoz, tras darse a conocer su fallecimiento a los 87 años. La noticia fue confirmada por su hijo, Lalo Manzano, quien publicó un mensaje en redes sociales para honrarlo y agradecer las muestras de cariño recibidas.
En su publicación, Lalo expresó que la familia enfrenta un profundo dolor por la pérdida y valoró el apoyo de quienes se han acercado con respeto y afecto.
Manzano —nacido el 18 de julio de 1938 en la Ciudad de México— inició su camino artístico en la radio y el teatro, donde perfeccionó su habilidad para imitar voces. Su estilo estuvo influido por figuras como José Ángel Espinoza “Ferrusquilla”, uno de sus referentes.
Su primera gran plataforma llegó en 1959 con el programa La Hora del Imitador, escenario en el que conoció a Enrique Cuenca. Un empate en aquel concurso los llevó a unir talentos y, poco después, a formar el dúo Los Polivoces, que originalmente comenzó como un trío antes de consolidarse como pareja artística en 1960.
El debut del dúo en el Teatro Ideal marcó el inicio de una etapa de gran éxito. Su versatilidad y capacidad para crear voces y personajes les abrió rápidamente espacio en la comedia nacional.
Durante las décadas de 1960 y 1970, Los Polivoces se convirtieron en un fenómeno televisivo en México y Latinoamérica gracias a su programa homónimo y a participaciones en películas como Agarrando parejo (1964), Tres mil kilómetros de amor (1967) y El aviso inoportuno (1968).
Entre los personajes más recordados que desarrollaron se encuentran Agallón Mafafas, Gordolfo Gelatino, Don Teofilito y Wash and Wear, figuras que los posicionaron como referentes de la comedia mexicana. Manzano también se encargaba de la parte administrativa, asegurando contratos y giras que fortalecieron la carrera del dúo.
Tras el cierre de esa etapa, Eduardo Manzano continuó su labor actoral en cine, televisión y teatro. Participó en películas como Escuela para brujas (1990) y Yo hice a Roque III (1993), y en 2007 dio vida al personaje Arnoldo López en la serie Una familia de diez, encabezada por Jorge Ortiz de Pinedo.
El actor también prestó su voz en producciones animadas como Nikté y se mantuvo activo en los escenarios durante varias décadas. En 2021, cuando tenía 82 años, fue hospitalizado por una infección biliar, hecho que llevó al público a recordar su amplia contribución al humor en México.
Busca Ciudad de El Paso un administrador del Tesoro para unirse a su equipo
05 de diciembre del 2025, 06:53
El Paso.- La Ciudad de El Paso está buscando un administrador del Tesoro para unirse a su equipo.
"Si te apasionan las finanzas públicas, las inversiones estratégicas y la protección de los dólares públicos, este podría ser el papel para ti", se lee en una publicación en redes sociales.
Los interesados deben aplicar en este enlace.
Requisitos:
- Licenciatura o título superior en Finanzas, Contabilidad, Administración de Empresas, Administración Pública o un campo afín.
- Cinco años de experiencia profesional administrativa, analítica o consultiva en planificación de inversiones, recursos financieros o económicos, gestión de efectivo, deuda o cartera, u operaciones de tesorería para organizaciones gubernamentales, de servicios financieros u otras organizaciones privadas. Debe ser fiable.
- Debe contar con una de las siguientes certificaciones dentro de los dos (2) años posteriores a su nombramiento:
- Gerente Financiero Gubernamental Certificado (CGFM).
- Administrador Certificado de Finanzas Públicas (CPFA).
- Oficial Certificado de Finanzas Públicas (CPFO).
- Contador Público Certificado (CPA).

Dos asesinatos en Michoacán reabren el debate de cómo luchar vs cárteles
05 de diciembre del 2025, 06:53
Apatzingán.- En la penumbra de una noche calurosa, en un pequeño rancherío de casas levantadas entre interminables plantaciones de limón, un agricultor del occidente de México se acercó al sacerdote Gilberto Vergara para suplicarle ayuda.
Sumido en la desesperación, le contó que había decidido dejar secar un tercio de su huerta porque las extorsiones de los cárteles son tan fuertes que no se compensaban con la producción; que las autoridades no actuaban; que los productores de limón se reunían a escondidas y que tenían miedo a que los mataran si levantaban la voz o a morir de hambre si se quedaban callados.
El reciente asesinato de dos prominentes figuras que denunciaron al crimen organizado y las autoridades corruptas —un popular alcalde y un líder limonero — evidenció lo que los pobladores ya sabían: que los cárteles controlan gran parte del estado de Michoacán y su economía.
Ahora que el presidente estadounidense Donald Trump ha lanzado ataques contra supuestos narcoterroristas en el Caribe y el Pacífico y ha ofrecido a México ayuda militar contra los cárteles, la presidenta Claudia Sheinbaum se enfrenta a una presión cada vez mayor para poner freno a la violencia.
El sacerdote Vergara no espera mucho del gobierno, pero le ofreció al limonero mediar para que las autoridades escuchen a los verdaderos líderes de las comunidades. Sólo le pidió el nombre después de prometerle que únicamente se lo daría al obispo.
Luego, con la sotana blanca todavía puesta, condujo su camioneta por un polvoriento camino donde a veces los grupos armados ponen retenes o, más hacia los cerros, instalan minas o atacan con drones a sus rivales.
A los cárteles “ya no les interesa bajar el perfil porque tienen al Estado en sus manos, un gobierno cabeza abajo”, aseguró desde su parroquia en las afueras de Apatzingán.
“Luchaba por nosotros”
El 1 de noviembre siete disparos acabaron con la vida del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, de 40 años, mientras celebraba el Día de Muertos entre cientos de personas en pleno centro de su ciudad y pese a tener 22 escoltas, 14 de ellos Guardias Nacionales.
Semanas después la escena del crimen seguía acordonada junto a flores marchitas, velas y mensajes de duelo. “Ni un paso atrás”, decía uno de ellos.
Manzo –exdiputado del oficialista Morena y luego uno de sus críticos— era visto como el único político que intentaba limpiar de narcos su territorio. Había depurado a la policía municipal. Presumía sus capturas en redes. Visitaba a los vecinos en las zonas más complicadas. En octubre había pedido ayuda al gobierno federal.
“Yo sentía que luchaba por nosotros”, dijo Imelda Peña, una maestra de 42 años que aunque reconoció que Sheinbaum ha endurecido la estrategia de seguridad contra el crimen organizado, pensaba que no era suficiente. “Ojalá esto sea un punto de inflexión”.
Mensaje que resonaba
Los vecinos de Uruapan apodaban a Manzo “el Bukele mexicano” en referencia al polémico presidente salvadoreño y muchos lo veían como la persona que podría arrebatarle el gobierno del estado al oficialismo de Morena. Su mensaje de confrontación con los cárteles resonaba en todo el país.
El gobierno federal vinculó su crimen a una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero todavía no se sabe quién lo ordenó, el móvil, ni por qué el atacante, un adolescente, recibió un disparo cuando ya había sido detenido. Siete de los nueve procesados hasta ahora eran escoltas de máxima confianza de Manzo.
Ni la actual alcaldesa Grecia Quiroz, viuda de Manzo, ni nadie de su Movimiento del Sombrero, impactados tras las detenciones, respondió a numerosas solicitudes de entrevista de AP.
Cien kilómetros al sur de Uruapan uno puede imaginar la protección que tenía Manzo observando a Guadalupe Mora, autoridad local de La Ruana, quien también cuenta con 22 escoltas y Guardias Nacionales que siguen sus movimientos.
Mora, que no deja de denunciar la inacción del gobierno y el avance de los criminales en su pueblo, pidió seguridad tras el asesinato de Manzo y de un sobrino. A su hermano Hipólito, fundador de las autodefensas que se alzaron en armas en 2013, lo mataron hace dos años.
“Parece que les incomodamos al gobierno y al crimen organizado”, comentó. “Por eso nos están matando”.
Cuando los planes fracasan
Michoacán ha sido un dolor de cabeza para muchos presidentes y es ahora uno de los principales retos de Sheinbaum.
En los últimos 20 años han fracasado todas las estrategias federales de pacificación, mientras los grupos criminales se fueron fragmentando y especializando.
Al menos tres de los seis cárteles mexicanos declarados terroristas por la administración Trump —CJNG, La Nueva Familia Michoacana y Cárteles Unidos— operan en Michoacán junto a numerosas mafias locales, algunas de ellas apoyadas por el Cártel de Sinaloa.
Lanzan bombas con drones, usan lanzagranadas fabricados con impresoras 3D, entierran minas artesanales y cuentan con redes de vigilancia de hasta 40 cámaras cada una, según el gobierno del estado. La extorsión a todos los sectores económicos se consolidó como un negocio tanto o más lucrativo que las drogas.
El asesinato de Manzo desencadenó protestas que llegaron hasta la Ciudad de México y en Uruapan unas pintadas acusaban a las autoridades de estar implicadas.
Ante la amenaza de ver una caída en su popularidad, la presidenta Sheinbaum anunció más inversiones sociales y el envío de 2.000 soldados —para sumarse a los 4.300 permanentes y los 4.000 desplegados en los estados vecinos—, el segundo gran operativo su administración tras el de Sinaloa.
La diferencia, según el gobierno, es que ahora hay coordinación e inteligencia. Cortar los vínculos políticos de los cárteles sigue siendo una asignatura pendiente.
Estados Unidos está atento a Michoacán porque es la puerta de entrada de precursores químicos necesarios para fabricar drogas sintéticas. En los últimos dos meses las autoridades mexicanas desmantelaron 17 laboratorios y decomisaron cinco toneladas de químicos y casi 20.000 litros de precursores.
También le interesa porque es el principal exportador de aguacates, cuyos precios suben debido a la extorsión.
Al condenar el asesinato de Manzo en las redes, el subsecretario de Estado estadounidense Christopher Landau deseó que su recuerdo “inspire medidas rápidas y eficaces”.
Y como ocurrió en Sinaloa a principios de año, muchos pobladores afirmaron que si la presión de Estados Unidos impulsa a México a actuar, bienvenida sea.
El analista David Saucedo cree que la estrategia del gobierno será un combate selectivo contra grupos pequeños pero que generan mucha violencia, algo que le funcionó al actual titular de Seguridad, Omar García Harfuch, en Ciudad de México.
“Michoacán es la suma de los errores del pasado”, lamentó el padre Vergara. “Se inician planes y se abandonan a medio camino, no se tiene la mano firme como para aplicarlos al costo que sea”.
Una guerra sin fin
En la zona de cerros tapizada de huertas y ranchos que conecta Apatzingán con la costa la acción criminal es constante. Llega un grupo, se atrinchera en una casa, lucha, se va, llega otro.
Viagras, Caballeros Templarios, Blancos de Troya, Nueva Familia, Cárteles Unidos, Jalisco... los nombres se suceden, pero muchas veces no se sabe quién es quién o si son militares, porque todos llevan equipo táctico. Antes, recordó el padre Vergara, les miraban los pies a los uniformados para distinguirlos de los narcos, que siempre llevaban tenis.
La población queda en medio, aterrada por los drones y las minas que hacen retumbar sus casas porque, según reconoció una maestra, a las balas ya se han acostumbrado.
Muchos creen que la paz sólo llegará cuando un grupo domine al resto. Hasta entonces será una guerra sin fin, dijo una mujer que tuvo que huir en marzo de su pueblo con todos sus vecinos. Ambas pidieron anonimato por miedo.
La familia de la segunda mujer regresó cuando llegó el ejército, a excepción de su hijo de 19 años, a quien envió a Estados Unidos porque temía que un cártel se lo llevara para incorporarlo a sus filas.
Ella sabe que los soldados eventualmente se irán y la pone furiosa escuchar al gobierno decir que las cosas están mejorando. La mañana en que habló con AP un anciano de la zona resultó herido cuando una mina explotó al paso de su motocicleta.
Faltan líderes porque los matan
Después del asesinato de Manzo y del líder limonero Bernardo Bravo, muchos en Michoacán se preguntan quién denunciará ahora lo que ellos viven.
En algunas comunidades indígenas del norte del estado, como Sevina, el pueblo ha asumido su propia protección. La comunidad reforzó los patrullajes harta de que las fuerzas federales solo ayuden de forma temporal. Nada garantiza que vayan a tener éxito, aunque les inspira la lucha de pueblos vecinos que sí lo han conseguido.
Al sur hay menos optimismo. Los cárteles siguen asfixiando la economía a pesar del reciente despliegue de 800 soldados para proteger a los limoneros. Lo hacen controlando el precio del limón. Ellos deciden a cuánto se compra y se vende y se quedan por adelantado con una parte de cada transacción.
El agricultor que fue a pedir ayuda al sacerdote dijo que recibe por kilo la mitad de lo gasta en cultivarlo, por eso algunos empiezan a secar sus huertas.
Bravo lo llamaba un “secuestro comercial permanente” y organizó protestas para denunciarlo hasta que su cadáver fue encontrado en las afueras de Apatzingán dos semanas antes de que mataran a Manzo. Ahora los limoneros se quedaron sin nadie que levante la voz por ellos.
“No vemos que vaya a haber enderezo”, dice el agricultor. “La delincuencia nos tiene muy agarrados”.
