Ciudad Juárez.- La población juarense produce más de 500 mil toneladas de basura al año, por lo que diversas iniciativas han impulsado la disposición diferenciada de residuos, el reúso y el reciclaje. La más reciente propuesta es el avance para evitar que envases de vidrio se conviertan en basura.

La producción de basura tiene alternativas como separar los residuos desde la casa y llevar los materiales que se pueden reciclar a centros de acopio; algunos se especializan en materiales, pero en Juárez no es común contar con sitios abiertos al público para disponer vidrio, un escenario que se repite en el 99 por ciento de los municipios del país.

El Cabildo Joven, impulsado por el Instituto Municipal de la Juventud, contó con la participación de 20 fronterizos, que desde su visión propusieron iniciativas en torno a temas de educación, seguridad y medio ambiente, como la presentada por Carlos Bernardo Rivera Torres, de 15 años de edad, quien compartió información sobre el desperdicio de materiales como el vidrio, los cuales se pueden reaprovechar a través del reciclaje.

“Menos del uno por ciento de los 2 mil 478 municipios que integran nuestro país cuentan con programas formales de acopio para reciclaje de vidrio, y se estima que a nivel nacional se desechan 2.5 millones de toneladas de envases de vidrio cada año”, contextualizó Bernardo.

En Ciudad Juárez viven 1.6 millones de personas, las cuales en 2024 produjeron 507 mil 106 toneladas de basura doméstica, 20 por ciento más de la que se produjo cinco años antes. En 2019 el servicio de recolección de basura reportó 420 mil 600 toneladas de basura doméstica.

Lo que significa que en el último corte anual (2024) se recogían mil 389 toneladas de basura diarias, lo que representa una producción estimada de 320 kilogramos de basura por persona durante el año.

Además, existen alrededor de 300 maquiladoras, las cuales generan una variedad de residuos con valor económico que se recuperan y procesan; aun así, la Dirección de Limpia del Municipio contabiliza 192 mil 090 toneladas de basura de manejo especial, que en conjunto con los residuos domésticos representan una producción de basura que se aproxima a las 700 mil toneladas al año en la ciudad.

De acuerdo con los datos presentados por el joven Bernardo, el tema del vidrio es una importante área de oportunidad, que representa un reto por las complejidades de su manejo, y en la ciudad no existe una industria que apueste por su reaprovechamiento.

“El vidrio implica consideraciones relevantes, como el hecho de que para obtener su materia prima se degradan ecosistemas, afectando a quienes los habitan. Personas y animales se lastiman al exponerse a sus pedazos cuando se desecha inadecuadamente y se quiebra. Y es un residuo que puede reciclarse ¡al 100 por ciento! Y lo enviamos a enterrar en el relleno sanitario”, planteó el joven con un profundo interés y convicción por el cuidado del medio ambiente como responsabilidad colectiva.

Actualmente existe una propuesta que ha puesto en marcha un trabajo en equipo, el cual está integrado por ciudadanos, empresas y Gobierno, en el que participa la Recicladora de Vidrio Sílice, ubicada en Chihuahua (activa desde hace cinco años), que se encuentra en proceso de iniciar e instalar un punto de acopio permanente en colaboración con la Dirección de Ecología del Municipio, con el objetivo de desechar este residuo y canalizarlo al reciclaje.

El club de lectura Petauro Lector, quienes por ocho años han impulsado actividades para promover el cuidado del medio ambiente a través del reciclaje y el reúso, ha mostrado un interés positivo, llevando la propuesta tanto al sector público como al privado, para que el centro de acopio sea una realidad.

“Son un par de horas, ellos (el club) hicieron la logística y la convocatoria; nosotros vamos a estar al pendiente de ayudarles con el movimiento del acopio, para llevárnoslo a Ecología y luego ya la empresa va por él ahí con nosotros”, precisó César Díaz, director de la dependencia municipal.

Al concretarse esta iniciativa, los ciudadanos tendrán la invitación permanente de separar, limpiar y entregar los envases de alimentos o bebidas que desocupan en casa, porque tendrán un sitio donde disponerlos.

Por ahora, la primera jornada de acopio contará con la participación de voluntarios, ciudadanos comprometidos que están dos horas el sábado 13 de diciembre, de 12:00 del mediodía a 2:00 de la tarde, recibiendo envases en el parque público Kanílaka Nawá, ubicado en la calle Paseo del Real y Hacienda San Miguel.

Los envases deberán estar secos y sin tapas; pueden ser de vidrio transparente, verde y café o ámbar; pueden ser botellas de cerveza, refresco, jugo, vino y recipientes que hayan contenido comida.

Debido a que no están hechos de los mismos componentes y sus características no permiten que se aprovechen de la misma forma, la convocatoria no admitirá vidrio de copas, focos, espejos, ventanas, cerámica y porcelana.

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