Ciudad Juárez.- Los bolos o bolsitas con dulces se han convertido, desde hace casi tres décadas, en un símbolo de esperanza y solidaridad para las familias del sector de Anapra, donde la Navidad no solo se espera: se comparte.

Desde hace cerca de 30 años, una tradición nacida en el seno familiar se repite puntualmente cada 25 de diciembre, cuando Luis y su esposa Berta, acompañados de un grupo de amigos y voluntarios, recorren las calles para llevar un momento de alegría a niñas, niños y personas adultas mayores de esta zona.

“Tenemos casi 30 años haciéndolo, año con año, cada 25 de diciembre, para llegar a los niños más necesitados de esta área”, comparte Luis, quien junto a Berta ha logrado que este gesto solidario trascienda generaciones.

En años anteriores, el grupo ha alcanzado a repartir hasta 3 mil 500 bolos; sin embargo, en esta ocasión la meta será de alrededor de 2 mil 500, debido a las condiciones actuales. A pesar de ello, el espíritu de la tradición permanece intacto.

Alrededor de 20 voluntarios se organizan para armar cada bolsita: unos empacan dulces, otros acomodan cacahuates y chicharrones; algunos engrapan y otros costalean, todos con un mismo propósito: regalar sonrisas.

La mañana del 25 de diciembre, cerca de las 10:30 horas, inicia el recorrido por los sectores previamente definidos. En cada punto, la entrega se realiza de manera ordenada, formando filas para niñas, niños y personas adultas mayores, cuidando que la actividad se desarrolle sin riesgos y en un ambiente de respeto y alegría.

En ocasiones, la Navidad se multiplica cuando ciudadanos solidarios se suman con la donación de juguetes, los cuales también son entregados junto con los bolos, iluminando aún más el rostro de quienes los reciben.

La jornada concluye entre las 3:30 y 4:00 de la tarde.

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Tradición solidaria reparte bolos navideños en Anapra