Restauran más de 11 mil baches en Juárez

Ciudad de México.- La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) declaró al Estado mexicano responsable en el caso de la violación sexual, tortura y muerte de un indígena nahua ocurrido hace casi dos décadas en el que presuntamente participaron militares, y ordenó a las autoridades investigar el hecho y sancionar a los responsables.

Así se determinó en una sentencia que dio a conocer el martes la CorteIDH en la que se señala a México como “responsable internacionalmente” por “la violación sexual y graves lesiones” cometidas contra Ernestina Ascencio Rosario, y por la “falta de atención médica” que causó la muerte de la mujer de 73 años en febrero de 2007.

La decisión se da a un año de otra sentencia que dictó el tribunal regional contra México por la desaparición forzada en 1999 del indígena maya ch'ol Antonio González Méndez .

La CorteIDH reconoció que México “incumplió el deber de investigar con debida diligencia reforzada estos hechos y garantizar el acceso a la justicia” a los hijos de Ascencio Rosario.

Durante una audiencia del tribunal regional que se realizó a inicios de año en San José de Costa Rica, una delegación del gobierno mexicano admitió la gravedad de los hechos y se acordó continuar con la investigación para determinar las causas que llevaron a la muerte de Ascencio Rosario.

Un crimen sin responsables

Según constató el tribunal, la mujer que vivía en un poblado de la Sierra Zongolica, en el estado oriental de Veracruz, “fue violada por miembros del Ejército mexicano” el 25 de febrero de 2007, señala un comunicado de la CorteIDH.

El hecho ocurrió un día después que militares instalaron un campamento cerca de la vivienda de la mujer como parte de la estrategia de lucha contra el narcotráfico que activó en 2006 el presidente de ese entonces Felipe Calderón (2006-2012).

La Corte consideró que la violación sexual que sufrió la mujer constituyó un “acto de tortura, toda vez que fue intencional, provocó severos sufrimientos físicos y mentales y se cometió con el propósito de intimidar, degradar, humillar y controlar a la víctima”.

Luego de 10 horas de traslado Ascencio Rosario fue ingresado a un hospital de Veracruz donde no había ningún intérprete del náhuatl que facilitara la comunicación con la víctima. La mujer falleció el 26 de febrero del 2007 antes de que pudiera ser intervenida quirúrgicamente.

En la búsqueda de justicia por el caso, los familiares de Ascencio Rosario “enfrentaron barreras” por su condición de personas indígenas monolingües, y fueron objeto de “presiones e intimidaciones”, reconoció el tribunal, y agregó que la investigación ministerial “no cumplió con el estándar de debida diligencia reforzada”.

Ante esos hechos, la CorteIDH ordenó al gobierno mexicano investigar de nuevo el caso para identificar, juzgar y sancionar a los responsables materiales e intelectuales de los hechos, brindar tratamiento médico y psicológico a los familiares, y realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional.

Otro caso contra militares

En coincidencia con esa decisión, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México reconoció las violaciones graves a los derechos humanos relacionados con el asesinato de las niñas Leidy y Alexa, de 7 y 11 años, presuntamente cometidas en mayo pasado por elementos del ejército mexicano en el estado occidental de Sinaloa, informó el martes la organización local Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh).

Como parte de sus recomendaciones, la CNDH pidió medidas reparatorias y una disculpa de parte de la Secretaría de la Defensa Nacional.

El Centro Prodh dijo en un comunicado que este caso refleja los “riesgos” del despliegue militar en tareas de seguridad pública que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum decidió seguir los pasos de su antecesor y padre político, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024).

Por el asesinato de las dos niñas fueron detenidos seis militares. El secretario de Defensa, general Ricardo Trevilla Trejo, declaró el mes pasado que la fiscalía federal investiga el caso junto con los fiscales militares.

Ciudad Juárez.- A sus apenas siete años, Kenia Huerta enfrenta una dura situación clínica; pese a ello, cumplirá su sueño de compartir alegría con niños juarenses mediante la entrega de juguetes en un evento a realizarse el próximo sábado 20 de diciembre.

Kenia, nacida en El Paso, Texas, padece glioma pontino intrínseco difuso (GPID), un cáncer cerebral muy raro y agresivo que ataca una zona del cerebro denominada protuberancia del tronco encefálico; la enfermedad es incurable y mortal, pese a que se trata con radioterapia, la cual únicamente controla algunos de los síntomas.

Parte de la sintomatología que esta enfermedad causa incluye pérdida de equilibrio, debilidad y parálisis facial; dificultad para hablar y comer; problemas de visión, dolores de cabeza, náuseas, vómito, cambios de comportamiento y problemas de aprendizaje.

Actualmente, el rostro de Kenia comenzó a sufrir algunos cambios; uno de sus ojos se desvió debido al crecimiento del tumor y recibió una intervención con una cánula de derivación, mediante la cual se desvía el líquido cefalorraquídeo para liberar la presión.

Pese a estos factores adversos, Kenia pidió realizar una colecta para brindar alegría a otros niños y, en el programa Butterfly Program del Hospice El Paso, donde es paciente, se llevó a cabo una colecta de juguetes.

Aun cuando la colecta en el hospital fue un éxito y ya concluyó, paseños continuaron brindando más juguetes para que la pequeña pueda hacer más regalos.

El evento de entrega se realizará en la iglesia Rey de Gloria, situada cerca de la carretera a Casas Grandes, a la altura del kilómetro 33 y medio, en el cruce de las calles Colorado y Rosilio.

El programa consiste en la proyección de una película a las 12:00 del mediodía; a la 1:30 de la tarde se brindará una comida para los presentes y a las 2:30 se realizará la entrega de juguetes.

Las personas que conocen a Kenia la han descrito como una niña risueña, alegre, trabajadora y acomedida; además, ama la danza con abanicos en la comunidad evangélica a la que pertenece.

Kenia no ha solicitado a la comunidad nada para ella, solo todo lo posible para compartir con los demás.

Nueva York.- Muchas celebridades han tenido finales violentos a lo largo de los años, siendo los últimos el director y actor Rob Reiner y su esposa Michele. Aquí presentamos un resumen de algunos de los casos más sonados.

Rob Reiner, Michele Reiner

Rob Reiner saltó a la fama en la comedia de los 70 "Todo en Familia" antes de dirigir películas de éxito como "Cuando Harry conoció a Sally". La pareja fue encontrada muerta el domingo en su casa de Los Ángeles. Un agente del orden público declaró que los investigadores creían que sufrieron heridas de arma blanca. Su hijo, Nick Reiner, se encontraba detenido bajo fianza de 4 millones de dólares en relación con las muertes.

Juan Lennon

Mark David Chapman, un joven de 25 años que había trabajado recientemente como guardia de seguridad, disparó a Lennon frente al edificio de apartamentos de la estrella de los Beatles en Nueva York el 8 de diciembre de 1980. Chapman afirmó que consideraba a Lennon un "farsante" y que se inspiró en el personaje principal de la novela de J.D. Salinger, "El guardián entre el centeno". Chapman, al que se le ha denegado la libertad condicional desde el año 2000, permanece en prisión.

Marvin Gaye

El padre del músico de R&B y soul disparó a Gaye cuando intervino en un enfrentamiento entre sus padres en la casa familiar en Los Ángeles el 1 de abril de 1984. Marvin Gay Sr. no impugnó los cargos de homicidio voluntario y fue condenado a seis años de prisión en suspenso. Murió de neumonía en una residencia de ancianos en 1998.

Tupac Shakur

Asesinado a tiros en un coche cerca del Strip de Las Vegas el 7 de septiembre de 1996, el rapero y actor falleció en un hospital seis días después. El juicio del único hombre acusado del asesinato, Duane "Keffe D" Davis, está programado para principios del próximo año. Davis, exlíder de una pandilla, fue arrestado en 2023. Acusado de orquestar el asesinato de Shakur, se declaró inocente de asesinato en primer grado.

The Notorious BIG

Seis meses después de la muerte de Shakur, el rapero The Notorious BIG fue asesinado en un tiroteo similar desde un vehículo el 9 de marzo de 1997, tras salir de una fiesta en Los Ángeles. Tenía 24 años. El asesinato del amigo y rival de Shakur, cuyo nombre legal era Christopher Wallace, sigue sin resolverse.

Sam Cooke

Cooke era conocido como el "Rey del Soul" y cosechó decenas de éxitos en los siete años previos a su muerte. El gerente de un motel en Los Ángeles le disparó en el pecho tras entrar a la fuerza en la oficina el 11 de diciembre de 1964. El asesinato fue declarado homicidio justificado y el gerente no fue procesado.

Selena

Selena Quintanilla-Pérez, la estrella de la música tejana conocida como "Selena", recibió un disparo en la habitación de un motel en Corpus Christi, Texas, el 31 de marzo de 1995. Selena, de 23 años, identificó a la agresora como Yolanda Saldívar, gerente de sus boutiques de ropa y presidenta de su club de fans, de quien sospechaba que había malversado fondos. Saldívar fue declarada culpable de asesinato en primer grado y condenada a entre 30 años y cadena perpetua. Se le denegó la libertad condicional en 2025.

Sharon Tate

La actriz y modelo, de 26 años, fue una de las cinco personas asesinadas por miembros de la secta de la Familia Manson el 8 de agosto de 1969 en la casa de Los Ángeles que compartía con su esposo, el director Roman Polanski. Tate tenía ocho meses y medio de embarazo. Manson y tres miembros de su secta fueron condenados el 26 de enero de 1971 por el asesinato de siete personas, entre ellas Tate.

Phil Hartman

Hartman, miembro del elenco de "Saturday Night Live" que ayudó a Paul Reubens a desarrollar su personaje Pee-wee Herman, fue asesinado a tiros mientras dormía por su esposa, Brynn Omdahl, el 28 de mayo de 1998. Tenía 49 años. Omdahl se quitó la vida poco después.

Jam Master Jay

El rapero y DJ de Run-DMC tenía 37 años cuando fue asesinado a tiros en su estudio de grabación en Nueva York. En 2024, el jurado condenó a Karl Jordan Jr. y Ronald Washington por el asesinato del DJ pionero —cuyo verdadero nombre era Jason Mizell— en un caso que la fiscalía describió como una venganza por un negocio de drogas fallido. El caso se estancó mientras los investigadores, que seguían numerosas pistas, luchaban por conseguir que los testigos declararan.